Mateo fue destituido del Alavés B tras negarse a seguir una orden de su presidente

Personalidad no le va a faltar al nuevo entrenador rojillo. Lo demostró durante años sobre los terrenos de juego y también lo ha hecho en sus últimas temporadas en los banquillos. Un hecho que lo denota es su precipitada salida del banquillo del Alavés B en febrero del pasado año.

Mateo estaba cuajando una excelente temporada al frente del filial alavesista que marchaba en la cuarta posición de la tabla clasificatoria. Varios de sus jugadores estaban rindiendo a un gran nivel y algunos equipos de superior categoría ya los tenían en el punto de mira. Dos de ellos (Vesga y Aldai) no habían renovado todavía con club albiazul a pesar de tener ofertas de renovación. Desde la Dirección deportiva se sospechaba del interés del Atlhetic en su contratación y el presidente Zubillaga indicó a Mateo que no los alinease frente al Bermeo.

El técnico pamplonica hizo caso omiso e incluyó a ambos en el once titular. El equipo ganó por dos goles a cero pero horas después Mateo fue cesado como entrenador. El Alavés comunicó en su web que el cese tenía origen en las fuertes discrepancias sobre la filosofía deportiva del Club. El navarro destacó en la rueda de prensa de su despedida que tiene una linea roja en cuanto a determinadas imposiciones que nunca estaría dispuesto a traspasar.